jueves, 13 de febrero de 2014

¿Son Sólidas las Relaciones Lésbicas?

Se entiende por Homosexualidad “la atracción sexual y emocional hacia personas del mismo sexo, que como tal, lleva implícita (aunque no siempre de forma exclusiva) el deseo sexual, las fantasías eróticas, la vinculación emocional y las conductas sexuales deseadas con personas del mismo sexo”.
Cuando la homosexualidad se presenta en las mujeres se llama Lesbianismo. Existen estudios que concluyen que existen dos valores fundamentales relacionados con el carácter de las relaciones lésbicas:
§  La vinculación con la pareja.
§  La autonomía personal.
Esto significa que las mujeres lesbianas difieren entre sí en la medida en que quieren mantener una vinculación fuerte con la pareja, destacando la proximidad emocional, el amor y la seguridad, y el grado en que busquen la independencia personal. Estos dos valores tienen que ver con el tipo de relación que constituyan.
La duración de la relación lésbica es más estable en comparación con las relaciones homosexuales masculinas o las relaciones heterosexuales. La mayoría de las mujeres homosexuales afirman que su relación es íntima y amorosa y que el grado de satisfacción es elevado tanto en el aspecto emocional, como en el aspecto sexual. Más del 70% de las mujeres afirma que casi siempre llegan al orgasmo cuando mantienen relaciones sexuales con su pareja. En referencia al poder en la relación, la mayoría afirma que comparte el poder con su pareja en un plano de igualdad. Por lo tanto, se puede concluir que las lesbianas pueden establecer, y de hecho, establecen relaciones comprometidas y satisfactorias.
Un estereotipo corriente consiste en que las mujeres lesbianas se reparten, en sus relaciones, los papeles de “hombre” y “mujer”, es decir, que imitan los papeles típicos de los matrimonios tradicionales. Las investigaciones demuestran que este estereotipo es falso. Sólo una escasa minoría de parejas lesbianas desempeña tales papeles. En cambio, la mayoría de dichas parejas hacen hincapié en la flexibilidad y en el carácter recíproco (es decir, de iguales) de sus relaciones. Una mujer decía: “No me gusta el reparto de papeles porque copia la relación tradicional entre varón y mujer. Yo estoy orgullosa de ser mujer. Y amo a las mujeres, no a los pseudohombres” (Jay y Young, 1979, pag. 320).


Fuente: Hyde (1995). Psicología de la Mujer: La otra mitad de la experiencia humana. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario